Lisipo, como reacción a Praxiteles, es prácticamente el único escultor del S. IV aC que renueva la escultura atlética, abandonando las representaciones del cuerpo femenino. Con Lisipo el cuerpo humano se estiliza, las proporciones se alargan con respecto al canon de Policleto, un canon de belleza ideal masculina se basaba en proporciones matemáticas, llamado canon de 7 cabezas. Lisipo aumenta a 8 cabezas su canon. Plinio llegó a decir de él que, otros autores clásicos representaban al hombre tal y como es, mientras que Lisipo lo representa tal y como el ojo humano lo ve.
Autor tremendamente prolífico, a lo largo de su dilatada vida -debió morir a los 90 años de edad- cuenta también Plinio el Viejo que realizó más de 1.500 esculturas, la mayor parte en bronce, de las que no ha llegado a nuestros días desgraciadamente ningún original, sólo copias romanas. Una de ellas es el llamado Hércules Farnese, copia romana en mármol del original en bronce, obra de un autor que floreció durante el Siglo III de nuestra era, Glycon Ateniense.
Esta estatua, que perteneció a la colección Farnese, iniciada por el papa Pablo III Farnese y enriquecida por su sobrino, el cardenal Alejandro, se expuso por primera vez en 1.787 en el Palacio Farnese de Roma. Había sido descubierta en el siglo XVI, concretamente en 1.546, en el área de las Termas Antoninas, conocidas hoy como Termas de Caracalla. Este complejo de baños es el mejor conservado de la época imperial, está situado en la zona del bajo Aventino en Roma y fue dedicado en el año 216 de nuestra Era.


Fue la obra de Glycon posteriormente trasladada a Nápoles y destinada al Palacio de Capodimonte y después, en 1.792, al nuevo museo del Palacio “degli Studi”. Escapó milagrosamente de varios traslados a Francia organizados durante el dominio de Napoleón. De las restauraciones que ha tenido, la más famosa es la de Guglielmo della Porta, quien, por encargo de Miguel Angel, talló las piernas que no fueron halladas inicialmente con el resto de la estatua. Con posterioridad serían descubiertas las piernas originales, pero los Farnese no quisieron sustituir las talladas por della Porta “para demostrar que las obras de la escultura moderna podían considerarse a la par de las antiguas”. Años más tarde, los Borbones –que habían heredado la colección Farnese a través de Isabel, esposa de Felipe V de España- ordenaron que le fueran colocadas las auténticas, que son las que hoy exhibe. En la misma sala del MAN de Nápoles donde reposa el coloso, pueden verse hoy día las piernas talladas por della Porta.
La obra representa a Hércules cansado, apoyado sobre su cachiporra, que lleva encima la piel del león de Nemea. El héroe está realizando su undécimo trabajo, pues esconde en su mano derecha, situada a la espalda, las manzanas doradas del Jardín de las Hespérides.


La estatua debió ser muy conocida en la antigüedad y ser, además, muy del gusto de los romanos. Seguramente hubo copias en los palacios romanos y en los gimnasios. Se conserva un bronce helenístico o romano en el Museo del Louvre, hallado en Foligno, y un pequeño mármol probablemente griego del período romano se encuentra en el Museo del Agora Antigua de Atenas.

Los testimonios numismáticos tampoco faltan, como veremos seguidamente.
En las acuñaciones de Gordiano III, a quien está dedicado este artículo, encontramos al Hércules Farnese representado en un antoniniano y un denario:
RIC IV 95.

Antoniniano de plata. Acuñado en Roma. Oficina 4, 241-243 dC.
Anv. IMP GORDIANVS PIVS FEL AVG
Rev. VIRTVTI AVG ( Hércules) (El valor del augusto). El joven emperador asume la fuerza y el valor de Hércules. Siendo un reverso común, tiene un interés especial por ser la misma representación del llamado Hércules Farnese.
RIC IV 116.

Denario de plata. Acuñado en Roma, 4ª officina. 8ª emisión, 240 dC.
Anv. IMP GORDIANVS PIVS FEL AVG Busto laureado, revestido y con coraza a der.
Rev. VIRTVTI AVGVSTI. El Hércules Farnese, desnudo y estante a la derecha, apoyado en una cachiporra colocada encima de una roca, recubierta con la piel de un león. RIC IV 116; RSC 403.
Pero no sólo el monetario de Gordiano III llevó a sus reversos la representación del Hércules, existen otras manifestaciones anteriores y posteriores al último de los Gordianos. Citaremos algunas sin ánimo exhaustivo.
Ya en época republicana encontramos manifestaciones del Hercules Farnese, lo que no debe extrañar pues la helenización de Roma arranca ya desde los inicios del Siglo II aC, cuando el cónsul Flaminio venció a Filipo V de Macedonia en la batalla de Cinoscéfalos, en 197 aC. Por tanto, no es de extrañar que encontremos la representación del Hércules en reposo en este denario de Q. Metellus Scipio (imperator, 46 aC), acuñado en ceca militar en Africa (47–46 aC), FFC 216, Cr 461-1:

Tras Gordiano, como decimos, lo volveremos a encontrar en múltiples testimonios numismáticos, por ejemplo:
Antoniniano de vellón plateado de Galieno, Asia 253-268 dC, (RIC V-1 673):

Aureo de Carino, año 285, Roma, (RIC 233, Calicó 4395/4395A)

Áureo de Caro, Cyzicus, finales 282 - principio 283 dC, extremadamente raro, solo se conocen dos ejemplares (Biaggi 1652 (esta moneda). Calicó 4293 (esta moneda). C. 118. Jameson III, 468 (esta moneda). RIC 117 (citada esta moneda).

Áureo de Numeriano, Roma, 284 dC, Calicó 4332. C. 100. RIC 407

Áureo de Numeriano, Roma, 284 dC, Calicó 4335. C. 100 vte. RIC 408

Follis de Constantino I, 311-312 dC, Cyzicus, RIC VI, S. 592
